La Comisión Federal de Electricidad es una de
las empresas de energía eléctrica más importantes del escenario mundial. Este
tipo de empresas se destacan por su tecnología de punta, por lo que su proceso
de innovación, modernización y mejora continua constituye un reto permanente
para observar mejores niveles de eficiencia y rentabilidad. El proceso de
producción de energía de la CFE está constituido por diversas fuentes, con una
capacidad total instalada de 34,783.7 MW al mes de mayo de 1998, de la cual dos
terceras partes se basan en insumos energéticos derivados del petróleo.
¿Cuáles
son los principales resultados alcanzados con los proyectos que la CFE ha
solicitado al IIE en el área de combustión?
Son
varias las áreas en las que ha existido una benéfica relación entre el personal
de nuestras centrales y los investigadores del Instituto especializados en sistemas
de combustión. Por ejemplo, entre 1979 y 1994 el IIE y la CFE realizaron una
caracterización sistemática de los combustóleos y el gas natural que se
reciben en las principales centrales termoeléctricas. Estos estudios han sido
de gran valor y mantenemos el interés para que dichas investigaciones se sigan
realizando.
También
pueden destacarse los diagnósticos para la puesta a punto del sistema de
combustión de los generadores de vapor de 19 unidades de las 10 principales
centrales termoeléctricas de la CFE, realizados entre 1984 y 1987. Estos
trabajos permitieron madurar y perfeccionar la metodología empleada
inicialmente, lo que a su vez condujo a transferirla a las propias regiones de
generación de la CFE y al Lapem (Laboratorio de Pruebas de Equipos y
Materiales) en 1987, mismo que se encarga de realizarlos desde entonces.
¿Cuáles son los principales retos actuales y futuros de la
CFE en esta área?
Entre
los más importantes destaca la necesidad de utilizar combustóleos cada vez
más pesados o con características variables, aunado a las mayores
restricciones en la legislación ambiental, cuyo cumplimiento es una de las
prioridades de la Comisión. De ahí la importancia de considerar la utilización
de gas en las calderas instaladas actualmente, lo que implica importantes retos
tecnológicos para el mejor aprovechamiento de este recurso.
¿Hacia dónde debe apuntar la investigación
aplicada y el desarrollo tecnológico?
Hacia
la atención de los nuevos problemas y situaciones que enfrentará la CFE en el
futuro próximo. En primer término, como mencioné, deben considerarse
desarrollos tecnológicos que permitan quemar más eficientemente los
combustibles que se usarán en el país, esto es, combustibles más pesados
y con mayor contenido de metales y de azufre.
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